El periodismo policial y judicial ha sido predominantemente de nota roja, enfoque noticioso surgido en el siglo XIX, funcional al modelo inquisitivo de justicia, que se pretende justiciero, y criminaliza y discrimina tanto a personas imputadas como víctimas, naturalizando violaciones de derechos humanos mediante los tribunales paralelos.

Concebido aún dentro del gremio periodístico no como una profesión, sino como un oficio o una pasión impulsada por la adrenalina o la sed de justicia, ha eludido históricamente su responsabilidad como recurso social para el ejercicio del derecho a la información y la fiscalización ciudadana del sistema penal.

Pero, prepárate, ¡estamos revolucionándolo y tú puedes ser un/a nuevo/a periodista judicial, contribuyendo como agente de cambio desde el periodismo para que todas y todos podamos acceder a la justicia!